Por: Greivin Antonio Pérez Aguilar
Existe un dicho
popular que afirma que “una escoba nueva barre bien”. Analógicamente el refrán
se podría aplicar al tema del liderazgo en la gestión administrativa pero no sería
válido solo darle crédito a la función que desempeña la escoba pues es
importante también la labor de quien la sostiene ya que este individuo tiene la
capacidad y la vocación para hacerlo.
Como en el ejemplo anterior muchas veces erróneamente se habla de la palabra liderazgo atribuyendo un especial
interés en las habilidades que puede ofrecer un individuo. Pero ¿es posible que
solo una persona realice todas las labores en una organización sin ayuda de las
demás? Pues bien a simple vista no es tarea fácil por más habilidades y
conocimientos que se posean.
Por esta razón se
afirma que un buen líder posee talento, y eso es innegable, pero su importancia
no solo radica en su capacidad para
crear e innovar sino en su habilidad para
convencer a los demás de que se comprometan con sus ideales y metas. Además un
líder debe saber organizar, planificar y además mirar a sus subalternos como sus iguales, pues
los considera a todos líderes aún en la más baja de las funciones que
desempeñen.
Si bien es cierto
que la ética profesional hace referencia a los códigos deontológicos o leyes
que se han establecidos para regular las profesiones humanas, pareciera que ésta
solo puede regular el comportamiento de aquellos individuos con títulos
profesionales y exime de toda responsabilidad moral a todos aquellos individuos
que realizan actividades informales como campesinos, artistas, comerciantes,
transportistas quienes dependen exclusivamente de sus principios y valores o bien de reglamentos internos para ser regulados en el ejercicio de sus trabajos.
Diferencia entre profesión y oficio. |
Bien, la definición
anterior posee varias implicaciones, entre ellas que una profesión la realiza
un individuo que está capacitado para ello, es decir posee formación académica
y se especializa en área laboral especifica.
También es posible
determinar que la profesión tiene un componente temporal ya que para obtener un
título primero se debe estudiar durante varios años y además ese título define específicamente
para qué función está preparado el individuo.
Por otro lado la profesión
cumple una función social, de ahí la importancia que se atribuyen algunos
profesionales por ejemplo los médicos y abogados. De acuerdo a la valorización e
importancia que tiene determinada carrera para la sociedad, así es el interés de
los individuos para desempeñarla.
Por último el
termino profesión solo adquiere sentido en un medio social determinado por
ejemplo no es igual un abogado de Costa Rica que uno de Estados Unidos aunque
su preparación académica se base en conocer las leyes, estas son diferentes en
ambas naciones. Además por los servicios ofrecidos todo profesional debería
recibir un sueldo competente que le permita subsistir y tener una vida digna.
Aclarado el
supuesto, es necesario aclarar otro punto, pues se sabe que existen
profesionales en ingeniería que trabajan con aparatos los cuales no se van a
resistir o criticar el trato que están recibiendo de estos trabajadores. Estas profesiones
son pesadas pero no se compara con el hecho de tener que trabajar con personas
con intereses y necesidades diversas y con un carácter y valores morales tan
distintos.
El ser humano, es
bastante complejo, su vida, su aprendizaje y sus valores son diferentes. Es por
esta razón que el trabajar con personas es más complicado que manipular
máquinas u objetos.
Los valores forman
parte de las personas y le sirven para conducirse entre lo que le conviene o
no. De acuerdo con Marlasca, un significado de la palabra valor es “todo
aquello que nos atrae en alguna forma”. (Marlasca, 2006, p.135).
La moral está muy relacionada con los valores
de los individuos y es innegable pues a diario las personas deben tomar
decisiones desde las más triviales como que tipo de ropa ponerse hasta que va a
hacer para mejorar su relación con la familia.
Los valores por
tanto juegan un importante desempeño en el liderazgo, por ejemplo una persona
administrativa puede anteponer su familia por el bienestar del centro que
administra, sin embargo otro va a preferir a su familia que a su trabajo.
Por lo tanto una
cualidad necesaria para un buen liderazgo en la gestión educativa es la
conciencia o razón objetiva, es decir, el líder tendrá que valorar su trabajo
simple y sencillamente porque le apasiona hacer su trabajo a pesar de las dificultades
que este le implique.
El liderazgo
complementa la dirección, y la dirección al liderazgo, por lo tanto no son
reemplazables. El liderazgo es necesario para conducir a la gente a que logre
los objetivos de una forma comprometida, entusiasta y voluntaria, y la
dirección para mantener funcionando el sistema a través de la planeación
estratégica, el control y la organización, entre otros. (Pautt, 2011 p.226).
Existen diversos
estilos de liderazgo desde el permisivo hasta el autoritario sin embargo para
el desempeño actual el liderazgo educativo debería de complementarse con el liderazgo
transformador. De acuerdo con Blacke y Mouton citados por Capella las
cualidades o virtudes de este liderazgo son las siguientes:
- Acepta que la organización es
siempre perfectible.
- Reemplaza la crítica por la
acción.
- Reconoce las buenas intenciones de
los otros.
- Llama las cosas por su nombre
justo.
- Atiende, procesa y respeta cualquier
observación.
- No admite sacrificar a los otros en
su propio beneficio.
- Percibe las debilidades de los otros
como una condición que puede superarse y compensarse.
- Se entrega integro a sus decisiones
y convicciones.
- Concentra energías de manera
planificada y coherente.
- No busca gloria por la acción
emprendida.
- Es objetivo. Procesa con exactitud los datos de un
problema.
- Entiende el entorno como algo
abierto.
- Ejerce la competencia apoyado en la ética de la excelencia. (Capella, 2011. P.8).
Referencias Bibliográficas.
Capella, J. (2011). Liderazgo y ética en las Instituciones Educativas. Lima, Perú: Universidad Católica de Perú. En línea recuperado de file:///C:/Users/123/Desktop/ETICA%20PROFESIONAL/Liderazgo%20y%20Ética%20en%20las%20Instituciones%20Educativas.pdf.
Marlasca, A. (2006). Introducción a la ética. San José, Costa Rica: EUNED.
Pautt, G. (2011). Liderazgo
y Dirección: Dos conceptos distintos con resultados diferentes. Rev.fac.cienc.econ.,
Vol. XIX (1), p. 213-228.
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