martes, 26 de marzo de 2019

Las virtudes éticas en la gestión educativa.

Por: Greivin Antonio Pérez Aguilar

Existe un dicho popular que afirma que “una escoba nueva barre bien”. Analógicamente el refrán se podría aplicar al tema del liderazgo en la gestión administrativa pero no sería válido solo darle crédito a la función que desempeña la escoba pues es importante también la labor de quien la sostiene ya que este individuo tiene la capacidad y la vocación para hacerlo.
Como en el ejemplo anterior muchas veces erróneamente se habla de la palabra liderazgo atribuyendo un especial interés en las habilidades que puede ofrecer un individuo. Pero ¿es posible que solo una persona realice todas las labores en una organización sin ayuda de las demás? Pues bien a simple vista no es tarea fácil por más habilidades y conocimientos que se posean.
Por esta razón se afirma que un buen líder posee talento, y eso es innegable, pero su importancia no solo radica en su capacidad  para crear e innovar sino en  su habilidad para convencer a los demás de que se comprometan con sus ideales y metas. Además un líder debe saber organizar, planificar y además  mirar a sus subalternos como sus iguales, pues los considera a todos líderes aún en la más baja de las funciones que desempeñen.
Si bien es cierto que la ética profesional hace referencia a los códigos deontológicos o leyes que se han establecidos para regular las profesiones humanas, pareciera que ésta solo puede regular el comportamiento de aquellos individuos con títulos profesionales y exime de toda responsabilidad moral a todos aquellos individuos que realizan actividades informales como campesinos, artistas, comerciantes, transportistas quienes dependen exclusivamente de sus principios y valores  o bien de reglamentos internos para ser regulados en el ejercicio de sus trabajos.
Disponible en https://www.google.com/search?rlz=1C1AVNE_enCR632CR689&q=profesion+imagenes&tbm=isch&source=univ&sa=X&ved=2ahUKEwjfzZeqipnhAhVLrVkKHdDEApMQsAR6BAgJEAE&biw=1366&bih=657#imgrc=tA0Q2lQ5d4aGaM:
Diferencia entre profesión y oficio.
Por esta razón se debe tener claro bajo que términos opera la ética profesional y por lo tanto es necesario conocer la diferencia entre oficio y profesión. Un oficio es una labor que se aprende informalmente al observar o realizar una actividad, mientras que un profesión es muy diferente. En palabras de Dobles, 1983, una profesión es un tipo de “actividad laboral que la persona desempeña al servicio de los demás, de manera permanente, dentro de un medio social determinado”. (Dobles, 1983 citado por Marlasca, 2006, p.48).
Bien, la definición anterior posee varias implicaciones, entre ellas que una profesión la realiza un individuo que está capacitado para ello, es decir posee formación académica y se especializa en área laboral especifica.
También es posible determinar que la profesión tiene un componente temporal ya que para obtener un título primero se debe estudiar durante varios años y además ese título define específicamente para qué función está preparado el individuo.
Por otro lado la profesión cumple una función social, de ahí la importancia que se atribuyen algunos profesionales por ejemplo los médicos y abogados. De acuerdo a la valorización e importancia que tiene determinada carrera para la sociedad, así es el interés de los individuos para desempeñarla.
Por último el termino profesión solo adquiere sentido en un medio social determinado por ejemplo no es igual un abogado de Costa Rica que uno de Estados Unidos aunque su preparación académica se base en conocer las leyes, estas son diferentes en ambas naciones. Además por los servicios ofrecidos todo profesional debería recibir un sueldo competente que le permita subsistir y tener una vida digna.
Aclarado el supuesto, es necesario aclarar otro punto, pues se sabe que existen profesionales en ingeniería que trabajan con aparatos los cuales no se van a resistir o criticar el trato que están recibiendo de estos trabajadores. Estas profesiones son pesadas pero no se compara con el hecho de tener que trabajar con personas con intereses y necesidades diversas y con un carácter y valores morales tan distintos.
El ser humano, es bastante complejo, su vida, su aprendizaje y sus valores son diferentes. Es por esta razón que el trabajar con personas es más complicado que manipular máquinas u objetos.
Los valores forman parte de las personas y le sirven para conducirse entre lo que le conviene o no. De acuerdo con Marlasca, un significado de la palabra valor es “todo aquello que nos atrae en alguna forma”. (Marlasca, 2006, p.135).
 La moral está muy relacionada con los valores de los individuos y es innegable pues a diario las personas deben tomar decisiones desde las más triviales como que tipo de ropa ponerse hasta que va a hacer para mejorar su relación con la familia.
Los valores por tanto juegan un importante desempeño en el liderazgo, por ejemplo una persona administrativa puede anteponer su familia por el bienestar del centro que administra, sin embargo otro va a preferir a su familia que a su trabajo.
Por lo tanto una cualidad necesaria para un buen liderazgo en la gestión educativa es la conciencia o razón objetiva, es decir, el líder tendrá que valorar su trabajo simple y sencillamente porque le apasiona hacer su trabajo a pesar de las dificultades que este le implique.
El liderazgo complementa la dirección, y la dirección al liderazgo, por lo tanto no son reemplazables. El liderazgo es necesario para conducir a la gente a que logre los objetivos de una forma comprometida, entusiasta y voluntaria, y la dirección para mantener funcionando el sistema a través de la planeación estratégica, el control y la organización, entre otros.     (Pautt, 2011 p.226).
Existen diversos estilos de liderazgo desde el permisivo hasta el autoritario sin embargo para el desempeño actual el liderazgo educativo debería de complementarse con el liderazgo transformador. De acuerdo con Blacke y Mouton citados por Capella las cualidades o virtudes de este liderazgo son las siguientes:
  • Acepta que la organización es siempre perfectible.
  •  Reemplaza la crítica por la acción. 
  •  Reconoce las buenas intenciones de los otros.
  • Llama las cosas por su nombre justo. 
  • Atiende, procesa y respeta cualquier observación. 
  • No admite sacrificar a los otros en su propio beneficio. 
  • Percibe las debilidades de los otros como una condición que puede superarse y compensarse.
  • Se entrega integro a sus decisiones y convicciones. 
  • Concentra energías de manera planificada y coherente. 
  • No busca gloria por la acción emprendida. 
  •  Es objetivo.  Procesa con exactitud los datos de un problema. 
  • Entiende el entorno como algo abierto. 
  • Ejerce la competencia apoyado en la ética de la excelencia. (Capella, 2011. P.8).
Con base en las características anteriores es válido afirmar que un líder es aquella persona que desea y anhela ir más allá de lo común, no con el deseo de recibir admiración sino porque su vocación es hacer las cosas de la mejor manera. El ser líder no  es tarea fácil pues siempre se tendrá que lidiar con personas que entorpecerán la gestión, sin embargo un buen líder siempre es capaz de encontrar la mejor solución aun cuando las circunstancias no sean propicias y siempre tendrá personas que confíen en él.


Referencias Bibliográficas.

Capella, J. (2011). Liderazgo y ética en las Instituciones Educativas. Lima, Perú: Universidad Católica de Perú. En línea recuperado de file:///C:/Users/123/Desktop/ETICA%20PROFESIONAL/Liderazgo%20y%20Ética%20en%20las%20Instituciones%20Educativas.pdf.

Marlasca, A. (2006). Introducción a la ética. San José, Costa Rica: EUNED.


Pautt, G. (2011). Liderazgo y Dirección: Dos conceptos distintos con resultados diferentes. Rev.fac.cienc.econ., Vol. XIX (1), p. 213-228.


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